By | junio 12, 2017

El storytelling -simplificando- consiste en el arte de escribir o explicar un tema mediante una historia. En esta exposición se ven involucrados muchos campos como las emociones, el tono, métodos de escritura, lenguaje no verbal… Dominar todos los campos requiere de una dedicación, una curva de aprendizaje acentuada y mucha práctica.

No es el motivo de esta entrada exponer cómo aprender y aplicar storytelling, pero sí reflexionar su relación con la analítica del aprendizaje. El aprendizaje puede expresarse como una historia, es más, narrar el proceso de aprendizaje también es posible y debe hacerse, por las siguientes razones:

  • Se aprende, al repasar la historia narrada.
  • Se detectan situaciones indesedas a evitar en futuras narraciones.
  • Se comprende el porqué de los sucesos en la historia narrada.
  • Se desgrana el proceso y se puede analizar con atención.

Considerar crear una historia del proceso de aprendizaje consiste en recolectar las situaciones y contextos de aprendizaje, analizarlo, organizarlo y visualizarlo. Es algo que ya estamos acostumbrados a ver en el ciclo analítico. Esto me lleva a pensar que seguramente considerar un dashboard como una narración puede facilitar la comprensión de los datos y gráficos mostrados. A la vez, esto me lleva a una serie de dudas que deben resolverse antes de reinterpretar la confección de dashboards analíticos.

  • ¿Debemos organizar un dashboard en formato narrativo?
  • ¿Qué es formato narrativo?
  • ¿Qué elementos visuales o de texto forman parte de un dashboard narrativo?
  • ¿Tiene sentido el concepto «dashboard narrativo»?

Estos aspectos son en lo que estoy trabajando ahora y que espero ir descubriendo en este blog, junto a ti, si quieres participar de la narración.

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