Seguimos con más experiencias en el aula con datos. En esta entrega de “Educando con Learning Analytics”, Alfonso de Arquer nos presenta su experiencia como Profesor y Tutor de Primaria.
Biodata
Alfonso de Arquer | 20/10/1971 | Profesor y Tutor del Colegio Real Monasterio de Santa Isabel, Barcelona
- Licenciado en Derecho
- Graduado en Maestro en Educación Primaria
- Nivel II Flipped Learning y Nivel I Formador Flipped Learning
- Embajador Genial.ly
¿Qué es para ti la analítica en el aula?
Para mí es una herramienta valiosísima para que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea personalizado. Con ella podemos saber en cada momento qué necesita cada alumno y en qué punto se encuentra en ese proceso. Sabremos, pues, si ha entendido, si necesita reforzar algún aspecto o si progresa más rápidamente que los demás.
¿A la hora de escoger una herramienta TIC crees que es imprescindible que tenga resultados analíticos incorporados?
Sin duda son de gran ayuda y permiten ahorrar tiempo al docente. Hay muchas herramientas TIC que nos permiten realizar ese proceso de análisis de una manera más eficaz y objetiva.
¿Qué herramientas utilizas que tengan analítica y porqué?
Utilizo herramientas que permiten insertar preguntas en vídeos (bien creados por mí, bien ya existentes en internet) como Edpuzzle o Playposit. Formularios de Google o de Microsoft, Kahoot y Socrative. En mi centro usamos iTunesU pero no incorpora analítica de datos, así que ese análisis lo hago de forma personal en función de las respuestas y trabajos de mis alumnos. Todo ello va recogido en el correspondiente cuaderno de iDoceo.
¿Cómo utilizas la analítica en tus clases?
Hasta ahora he utilizado la analítica en mis clases de lengua y en este curso 2018/19 también quiero implementarla en las de religión.
En mis clases procuro introducir metodologías activas para que el alumno no sea un mero espectador sino que se involucre y empodere de su propio proceso de aprendizaje.
No suelo ser muy constante y no todas las sesiones son exactamente iguales, pero la estructura es bastante común. Suelo empezar con una exploración de los conocimientos previos (evaluación diagnóstica o inicial) y para ello utilizo herramientas como Kahoot o Socrative. Podemos seguir trabajando en grupo bajo una rúbrica previamente dada y comentada. Rúbrica que también uso para evaluar la actividad en su conjunto con iDoceo (trabajo cooperativo, producto final, exposición oral, etc.) Al pretender implementar metodologías activas, mi alumnado, siempre tiene que construir, aplicar, analizar o fabricar algo. Procuro orientarme con la taxonomía de Bloom.
Doy mucha importancia al proceso y huyo de valorar solo el resultado final. Por ello, suelo introducir elementos de autoevaluación y coevaluación. Los datos recogidos de esas dos evaluaciones (con formularios e iDoceo) son muy importantes para saber en qué punto se encuentran mis alumnos y son un faro que les ayuda a cambiar de rumbo, si ello, fuera necesario.
Las sesiones, unidades o proyectos suelen acabar con una exposición de trabajos (siempre bajo el paraguas de la rúbrica) o con una prueba escrita «tradicional» (buscando siempre que sea lo más competencial posible) o pasando un Kahoot o Socrative.
¿Cómo ha cambiado la analítica tu rol/visión de profesor o modo de dar clase?
Sin duda alguna, me está ayudando a personalizar el aprendizaje. Gracias a ello, puedo enseñar y cubrir lagunas de una manera mucho más efectiva y eficaz. Con estas herramientas, el docente ya no es un sembrador de semillas al tuntún, sino que la siembra cae allá donde se necesita y, por tanto, antes fructifica, con lo que el alumno mejora su autoestima y motivación entre otras cosas.
¿Cuándo empezaste a utilizar analítica?
Ha sido un proceso lento y paulatino. Empecé con el Flipped Classroom gracias a mi compañero Iñaki Fernández hará ya unos 6 años y poco a poco de manera inconsciente he ido incorporando la analítica a mi manera de proceder. Hay ocasiones que es necesario que alguien ponga nombre a lo que se está haciendo.
Es cierto, sin embargo, que últimamente cada vez se habla más de la analítica y que soy consciente de su importancia y beneficios, siendo ya un elemento imprescindible en mi desarrollo docente aunque me queda mucho camino por recorrer.
Tengo mucho que agradecer al colegio donde trabajo, el Real Monasterio de Santa Isabel de Barcelona, por ser un centro que desde hace unos años ha apostado seriamente por la innovación educativa y la transformación metodológica y tecnológica.
En relación al Flipped Classroom, ¿crees que sin analítica este modelo sería igual de efectivo?
La respuesta es no. Sin esa analítica el proceso de aprendizaje siempre será más costoso y el docente y el alumno tendrán que recorrer senderos menos directos y más arduos.
Al hacer Flipped Classroom y trasladar fuera del aula determinados aspectos del proceso de aprendizaje, podemos tener la sensación de que algo se nos escapa y entrar en pánico. Para evitarlo contamos con la analítica que nos permitirá siempre, después de observar y meditar los datos, tomar las decisiones más adecuadas.
En cuanto a otras aproximaciones pedagógicas, ¿crees que la analítica puede ser beneficiosa o no todo es analítica?
Bajo el marco del modelo pedagógico Flipped caben infinitas alternativas y variantes y sinceramente creo que la analítica del aprendizaje siempre será un input positivo y algo a tener muy en cuenta por parte de todos los docentes, repercutiendo de forma muy beneficiosa en los alumnos. Esta afirmación, según mi modesta opinión, es compatible con decir que no todo es analítica pero, es una herramienta fundamental para mejorar el aprendizaje en nuestras aulas.
Me parece una forma de hacer muy interesante y con una ganancia de aprendizaje actualizada constantemente por parte del profesor. De esta forma sabemos en qué fallan nuestros alumnos al momento y corregirlo instantáneamente, sin dilataciones en el tiempo. ¡Felicidades y gracias por compartir tu experiencia!