By | enero 4, 2018

Cualquier recurso educativo disponible desde una página web, sea del formato que sea, puede analizarse siempre y cuando se cumplan algunas condiciones.

Poder incrustar recursos educativos en una página web es en realidad una oportunidad que facilita la recolección de interacciones. Los tipos de formato comunes suelen ser imágenes, vídeos, audios e incluso otras páginas web. No obstante, estos y otros formatos presentan una cierta dificultad -salvable- desde una perspectiva técnica. Un archivo en formato FLASH es mucho más difícil de analizar que una imagen, aunque existen distintas opciones que lo hacen posible.

Analizar un recurso educativo web significa aplicar Clickstream. Recordemos que el clickstream consiste en realizar un seguimiento de los clics que hace un visitante en una página web. Este seguimiento puede aportar mucha información en cuanto a su comportamiento. Si trasladamos este análisis al contexto educativo podemos obtener mucha información valiosa del comportamiento de los alumnos y mejorar así tanto la tutoría como la evaluación y los propios recursos educativos. Algunos aspectos que podemos descubrir con esta técnica de análisis de clics son:

  • Qué recursos son los más valiosos para los alumnos.
  • Qué parte de los recursos deberían mejorarse.
  • Qué recursos son despreciables.

La dificultad de análisis de estos recursos depende del tipo de formato. Analizar una imagen es mucho más sencillo que analizar un video puesto que con uno se pueden realizar muchas más acciones que con otro. De esta manera, la métrica «acción», se puede decir que se convierte en el indicador de dificultad.

Cuantas más acciones se puedan hacer con un formato mucho más compleja será la tecnología a utilizar para analizar cada una de las acciones. Un alumno podrá visualizar tanto una imagen como un video. Sin embargo, y considerando un video, el alumno lo podrá visualizar, parar, volver a empezar, ir a un momento concreto, repetir ese momento tantas veces como quiera, avanzar unos segundos, retroceder otros tantos…

Tecnologías de recolección

El clickstream puede resolverse mediante distintas tecnologías. Principalmente podemos recolectar datos de una página web desde dos lugares distintos:

  • Navegador: Los alumnos que tengan activado el javascript son susceptibles de ser analizados por scripts de navegador que capturen sus interacciones. Por cada clic que se haga se enviará información al log que almacenará ese clic con información adicional como la hora, IP, usuario… Es la tecnología que ofrece más posibilidades de recolección de datos. Con esta aproximación se puede saber incluso por dónde el estudiante ha movido el ratón, si ha empezado a leer un artículo si lo ha leído completamente…
  • Servidor: Cada petición a un sitio web es procesada por un script de servidor. Desde este script también puede emularse un clickstream, más básico puesto que solo se podrán capturar los clics y petición a recursos. Esta es la alternativa más segura al javascript en cuanto a captura de datos. Un bloqueador de anuncios puede llegar a bloquear una herramienta javascript de clickstream e invalidar la recolección de datos.

Recomendaciones

Recolectar datos educativos puede convertirse en ocasiones en una tarea ardua. Los distintos formatos que analizar, las distintas tecnologías a aplicar y los distintos medios en los que se ofrecen los recursos no simplifican el proceso de esta fase tan importante. En consecuencia, seguir algunas pautas comunes para todas las tecnologías usadas es importante para luego facilitar el análisis. Dejo aquí algunas pautas base que pueden salvaguardar la recolección de datos:

  • Centralizar las interacciones en un mismo log o programa de analíticas.
  • Considerar una alternativa a javascript si el margen de error en la recolección debe ser el más mínimo.
  • Considerar un porcentaje de error al utilizar javascript, puesto que existen bloqueadores de anuncios que anulan los scripts de una página web.
  • Considerar crear un proceso automático de comprobación de datos recolectados para evitar pérdida o errores en la recolección de datos.