By | febrero 22, 2017

La analítica del aprendizaje desde sus inicios tiene como personas objetivo a los profesores y al resto de roles interesados en los procesos de enseñanza-aprendizaje, a excepción de los alumnos. Creo que esta exclusión es más bien accidental debido al contexto académico y de investigación en el que apareció el uso y aplicación de datos educativos. De aquí algunas despectivas en relación a la ciencia de datos -educativos-.

Muchas de las investigaciones y literatura publicada discurren en este sentido. Todo apunta a una tendencia de un único sentido: dar soporte a aquellos que procuran la enseñanza a los alumnos -y no para los alumnos-. ¿No es posible pues una analítica del aprendizaje que se destine a los alumnos?

Se me ocurren un sinfín de preguntas más relacionadas con este aspecto, que quedarían quizás sin respuesta si no fuera por qué la supuesta tendencia es completamente errónea -o medio errónea-. Si bien es cierto que la analítica del aprendizaje confluye hacia unas visualizaciones útiles para el profesorado, también es cierto que existen otro tipo de visualizaciones que se destinan al uso exclusivo por parte del alumnado. Uno de estos acercamientos visuales son los llamados Modelos de Aprendizaje Abiertos (MAA, o Open Learning Models, OLM) .

Susan Bull es la propulsora de los MAA, cuyo objetivo es crear un modelo de visualizaciones en la que el alumno pueda ejecutar acciones para mejorar su aprendizaje y conseguir sus objetivos como estudiante.

Estos modelos son evolutivos y en ellos se observan aspectos del alumno listos para ser entendidos, como el nivel de habilidades adquiridas, su posición en relación al grupo clase o indicadores de conocimiento alcanzable, por alcanzar y alcanzado. La definición que da Bull (2004) de un Modelo de Aprendizaje Abierto es «El modelo de aprendizaje es un modelo de los conocimientos, las dificultades y las ideas falsas del individuo. A medida que un estudiante aprende el material objetivo, los datos del modelo del alumno sobre su entendimiento se actualizan para reflejar sus creencias actuales«.

Bull trabaja sobre su modelo pero también conoce la analítica del aprendizaje. Tanto es así que la propia Bull compara los MAA con las Visualizaciones de la Analítica del Aprendizaje (VAA) mediante 3 puntos significativos:

  1. Las VAA tienen una aproximación más estadística en la que se representan datos -número de clics, visualizaciones, envíos…- que deben ser interpretados por el visualizador. En cambio los MAA muestran datos ya procesados -muestreo de competencias, de creencias…-.
  2. Las VAA se destinan a profesores o interesados como colegios, directores, diseñadores instruccionales… Los MAA se diseñaron de buen principio para los alumnos para que ellos puedan reflexionar -herramienta de metacognición- y tomar decisiones respecto su propio aprendizaje.
  3. Las VAA procuran ofrecer visualizaciones de datos generados por los alumnos para que otras personas las interpreten. Los datos de los MAA provienen de la observación de la interacción del alumno con sistemas de tutoría inteligente, de manera que el propio sistema una vez tenga incorporado el diseño del modelo de aprendizaje puede adaptar la interacción con el alumno para cubrir sus necesidades.

En consecuencia, los OLM pueden considerarse en realidad una subdivisión dentro de las visualizaciones de la analítica del aprendizaje, aunque su objetivo es «presentar los datos del modelo interno del alumno en visualizaciones ya interpretadas y comprensibles para ellos».

Un aspecto que no me gusta de los fundamentos de los OLM es el uso de sistemas de tutoría automática para la presentación de elementos de aprendizaje a los alumnos que participan de este. Me suena bastante a un aprendizaje adaptativo, del que se puede discutir bastante sobre su uso 100% puro. Creo que los OLM van más allá de un aprendizaje adaptativo, en el que se intenta que los alumnos reflexionen sobre su aprendizaje y siempre hay un tutor que dinamiza la secuencia de aprendizaje…

Sean o no los MAA próximos a los entornos adaptativos, dan un paso al frente procurando que los alumnos reflexionen sobre su aprendizaje, competencias, habilidades, conocimientos y creencias. La analítica del aprendizaje debería adoptar y potenciar las características positivas -metacognición- de los OLM. La unión de estas dos aproximaciones crean un tándem ideal para convertir la analítica del aprendizaje en una de (más) inclusiva.

 

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