By | abril 4, 2016

La publicidad en línea está sufriendo una importante crisis. Los que utilizan medios publicitarios en línea se han pasado de la ralla, y los internautas les están pasando factura. Durante mucho tiempo se ha usado la publicidad como medio de sustento, pero últimamente se ha realizado no solo un uso sino un abuso extremo. Mensajes que ocupan toda la pantalla y que requieren actuación obligatorio del internauta, banners por todas partes o incluso vídeos que se activan automáticamente son algunos de los métodos publicitarios más intrusivos que se han utilizado últimamente. No solo pequeños sitios web están utilizado estas estrategias para aumentar beneficios. Páginas con cierto peso mediático, tales como periódicos en línea o incluso redes sociales, también están usando métodos que no están gustando para nada a los visitantes de dichos sitios web.

Los internautas han dicho basta y han empezado a usar bloqueadores de publicidad. Por supuesto, automáticamente las páginas web que usan publicidad han dado respuesta a esta posición. Han contraatacado con distintas tácticas. Una de ellas consiste en bloquear el acceso al contenido hasta que el bloqueador de publicidad se desactive. Incluso hay algunos sitios web que invitan a ponerlo en la lista blanca del programa bloqueador o pagar pequeñas cantidades para eliminar la publicidad de forma definitiva.

Bloquedores de publicidad

El surgimiento de bloqueadores de publicidad está causando molestias suficientemente importantes como para que las páginas web que viven de ello tomen medidas en el asunto. Si bien esto no tiene por ahora cabida en el contexto de la analítica del aprendizaje puede que en breve los alumnos utilicen técnicas como las de los bloqueadores de publicidad.

Un bloqueador de publicidad, entre otros mecanismos, inactiva ciertas ejecuciones de código JavaScript que permiten mostrar anuncios. Considerando que la captura de datos educativos en entornos en línea proceden mayoritariamente de código Javascript, bloquearla sería muy fácil. Incluso bloquear Google Analytics puede resultar extremadamente fácil.

¿Cómo impacta esta facilidad de bloqueo en el contexto educativo?

Esta facilidad de bloqueo significaría una protección importante en el campo de la analítica del aprendizaje ante posibles capturas de datos no deseados. Si bien hay estudios que corroboran que a los alumnos no les importa que les analicen, siempre y cuando puedan con ello aumentar sus notas, va a otorgar a los alumnos poder para evitar ser analizados si así lo desean. Por ejemplo en caso de captura de datos no deseados o de objetivos organizacionales no acorde con los ideales de los alumnos.

No obstante, esto deberá conllevar una concienciación y educación del alumnado en cuanto a su uso, puesto que puede ser un arma de doble filo. Utilizar bloqueadores de este tipo para evitar ser analizados en contextos educativos no deseados es ventaja evidente para los alumnos delante de aquellos organismos educativos que se pasan de la ralla. Pero también puede ser contraproducente ya que deja ciego al tutor o profesor en la observación digital. Por lo tanto no estará permitiendo recibir un soporte o tutoría de calidad.

¿Cómo pueden las organizaciones educativas evitar el bloqueo de captura de datos educativos?

Empezamos a entrar en terrenos de privacidad de datos, obligaciones de las instituciones educativas y derechos de los estudiantes. Hay que considerar por encima de todo que la analítica del aprendizaje no consiste en capturar datos de forma indiscriminada. Solo se deberán capturar datos relacionados con los objetivos de la mejora educativa. En este sentido debe definirse por las instituciones educativas:

  • Claridad y transparencia en la recolección de datos.
  • Identificación de los datos y tipos de datos recolectados.
  • Posibilidad de ejercer derecho de no recolección por parte de los estudiantes.
  • Espacio de consulta abierto en el que se exponga la política de recolección y análisis de datos.

Como dice el refrán: No hay mal que por bien no venga. Los alumnos pueden salvaguardar su privacidad educativa mediante el bloqueo de la recolección de sus interacciones en entornos digitales. Pero es obligación de las instituciones educativas evitar este bloqueo indiscriminado mediante una educación y sensibilización del alumnado. Para ello deberá mantener una política abierta y transparente en relación a la recolección, uso y análisis de las interacciones registradas. Cabe recordar que la integración de la analítica del aprendizaje es una estrategia que permite optimizar el contexto educativo, aunque sin datos esto no será posible.