Ahora que soy profesor, veo las oportunidades que me brindan las tecnologías en el aula virtual/presencial y a la vez los posibles peligros y limitaciones de las mismas. Especialmente hay varios aspectos de las Learning Analytics que me preocupa. Estos son la privacidad de los datos recolectados y los derechos de los alumnos en relación a los mismos datos.
De forma simplista la captura de datos en la analítica del aprendizaje puede ser selectiva o indiscriminada. Considero la selectiva como la correcta, cuando se trabaja en base a métricas y objetivos establecidos antes de empezar el curso. La recolección indiscriminada captura cuantos datos mejor y luego se intenta buscarles sentido, algo que no tiene una proyección de futuro en la ayuda del estudiante. En cualquiera de los dos casos me surgen algunas dudas:
- ¿Deben los alumnos ser conscientes de los datos capturados?
- ¿En qué medida los alumnos pueden y deben oponerse a la captura de ciertos o todos los datos?
- ¿Deben los alumnos tener el derecho de decir ser o no observados?
De la misma forma que un profesor analiza a sus alumnos mediante la observación ocular en las clases presenciales, la analítica del aprendizaje permite analizar a los alumnos mediante la observación digital en los cursos virtuales.
A nadie se le ocurriría vendar los ojos del profesor, puesto que debe visualizar, observar y analizar a los alumnos en el aula presencial. Es un proceso natural dentro de la evaluación presencial.
Obviamente a ningún alumno se le da la oportunidad de decirle al profesor que no le mire cuando está trabajando en clase…
En el aula virtual el profesor también debe poder observar a sus alumnos para conocerlos, puede que sea una obligación. No obstante, se plantean ciertos dilemas éticos en la recolección de datos digitales que sugieren que los alumnos dispongan de la opción de ser observados en su totalidad, en parte o no serlo.
Con la recolección de datos crudos en la analítica del aprendizaje podemos saber con más detalle el comportamiento de los alumnos. En consecuencia, se almacenan (más) datos personales. Esto es lo que realmente preocupa a los alumnos y lo que es susceptible de dilema. Deben definirse por lo tanto políticas respecto al tratamiento de los datos educativos:
- Dónde se van a guardar.
- Cómo se van a salvaguardar.
- Que mantenimiento y longevidad se les va a dar.
- Quién va a poder consultarlos.
Vivimos en la era del personal data trading. Los datos personales son privados y deben serlo sin el consentimiento expreso del propietario. En la analítica del aprendizaje debe seguir siendo así. Incluso dar la opción a los alumnos de no recolectar ninguno dato suyo, con las consiguientes consecuencias. Una vez definidas las políticas, cada uno será libre de tomar la decisión que crea más adecuada. Autores como Slade y Prisloo (2013)[ref]Slade, Sharon and Prinsloo, Paul (2013). Learning analytics: ethical issues and dilemmas. American Behavioral Scientist, 57(10) pp. 1509–1528.[/ref] plantean un marco de trabajo con 6 principios para abordar estas inquietudes éticas y dilemas a cerca de las Learning Analytics. Es una lectura muy recomendable para introducirse en la ética y dilemas en las analíticas de aprendizaje.
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